¿De qué sirve el síntoma? ¿Basta con paliar el síntoma?
El síntoma nos habla, nos informa. Es la reacción a un desequilibrio, pero es necesario indagar y encontrar la acción que se oculta tras la reacción. La acción es la que da sentido al síntoma y la que permite su “curación”, descubriendo el inconsciente y orientando la energía. Cualquier síntoma responde a una intención positiva.
La curación profunda es la que libera la emoción, porque el síntoma es la emoción cristalizada.
El síntoma viene a ser como un trozo de hielo que tienes en tu interior y que se está manifestando.
Si hablas de tu conflicto o problema se empieza a deshacer o transformar en agua. Si nos “paramos”, el agua puede volverse a transformar en el mismo trozo de hielo.
Si te permites reconocer, indagar y expresar tus emociones, el agua proveniente del trozo de hielo fundido, surgirá por tus ojos en forma de “lágrimas para la conciencia”. Sentirás como estas lágrimas se evaporan porque has entrado en tu descarga emocional.
Ahora, pasar de vapor a trozo de hielo será muy complicado. Pero, si sigues profundizando o “calentando” el vapor, el vapor se disolverá y desaparecerá. Los átomos de hidrógeno y de oxígeno del vapor se separarán y será muy difícil que se puedan volver a unir para empezar a formar el mismo trozo de hielo. Habrás culminado la curación profunda a partir de tu síntoma.
Para ello, es bueno conocer como tu trozo de hielo o síntoma es importante para:
Tu cerebro (comunicación)
Tu cuerpo (órganos)
Tu energía (meridianos)
¿Notas que tienes algún trozo de hielo?
Si es así, localízalo, conócelo, tiéndele tu mano y … te invito a que empieces a deshacerlo !!!
Gracias
xavi martí